En las faldas del imponente Chimborazo, el coloso de los Andes ecuatorianos, se esconde una figura que parece tallada por los dioses… o por el castigo del amor eterno. Hablamos de la Mujer de Piedra, una formación rocosa que lleva siglos alimentando leyendas y suspiros. 🪨💔
Una historia de amor… y castigo
Según cuentan los pobladores indígenas, una joven pastora se enamoró perdidamente de un hombre forastero. Pero el amor fue prohibido por sus padres, y la joven decidió huir con él a las montañas. Cuando estaban a punto de cruzar el páramo, una tormenta los atrapó. Ella, desesperada, clamó a la Pachamama que la escondiera del mundo.
Y la tierra respondió: la convirtió en piedra, como símbolo de su resistencia y su dolor. Hoy, al pie del Chimborazo, se puede ver claramente una silueta femenina recostada, con el cabello largo y los brazos extendidos, mirando hacia el cielo. 🌫️👁️🗨️
Un sitio de poder
Los pueblos andinos creen que esta piedra protege a las mujeres que sufren por amor, y muchas viajan allí para dejar ofrendas o pedir fuerza espiritual. Algunas incluso afirman haber escuchado susurros entre los vientos del páramo.
La Mujer de Piedra no solo es una figura geológica: es una leyenda viva que aún respira en el corazón de los Andes.